viernes, 1 de julio de 2011

Alguien le acercó un patito a una gata para que la gata lo tomara a su cargo. Este seguía a su madre adoptiva por todas partes, hasta que un día ambos llegaron frente a un lago. Inmediatamente el patito entró en el agua, mientras la gata desde la orilla le gritaba “¡Sal de ahí! ¡Vas a morir ahogado!”


Y el patito respondió: “No madre, descubrí lo que es bueno para mí, y así es como estoy en mi ambiente. Voy a continuar aquí, aunque tú no sepas lo que significa un lago.”